Los más veteranos recordarán que el título alude a la película "Love Story" - con actuaciones de Ali MacGraw y Ryan O'Neal - muy famosa en su momento. En una escena determinada y entre lágrimas, MacGraw (Jenny en la película) le espeta a Oliver (interpretado por O'Neal) una frase que se hizo célebre, y que se repite hasta hoy: "amor es nunca tener que pedir perdón".
Viendo y escuchando declaraciones y actitudes de dirigentes y militantes de la izquierda uruguaya, se me ocurre aplicar a la situación actual el concepto que en la película expresó MacGraw. Justamente, si nos quisieran a los uruguayos, nos pedirían perdón por el desastre que dejaron. Pero por lo visto, nada más lejos de su intención. A raíz de la pandemia de coronavirus, desde una supuesta superioridad intelectual y moral - que claramente no detentan - y a menos de un mes de haber dejado el Gobierno, se atreven como si nada a sugerir soluciones para problemas que ellos mismos dejaron y acentuaron, como es la economía informal y la gente en situación de calle, por ejemplo. Ni hablar de la imperdonable exigencia de que todos los uruguayos hiciéramos cuarentena obligatoria, como si todos tuviéramos la vida resuelta. Esto último revela más que desconocimiento de la realidad: revela indiferencia depravada ante el hecho de que hay cientos de miles de uruguayos inmersos en una economía de estricta sobrevivencia, y que salen todos los días a ver cómo resuelven la situación de ese día y poco más. Afortunadamente el Gobierno está en buenas manos y con el talante educado que correspondía, desestimó la exigencia planteada.
Acostumbro cada tanto leer y releer cuentos y chistes de Fontanarrosa, el genial humorista rosarino que dio vida a personajes de la estatura de Inodoro Pereyra, Mendieta, Boogie el Aceitoso y Best Seller. Recuerdo haber leído hace poco un chiste gráfico, que incluye en un solo cuadro el diálogo entre dos hinchas de fútbol sentados a la mesa de un bar, y que dice más o menos así:
- "Los equipos argentinos siempre son visitantes en casi cualquier lugar de América".
- "Tenés razón, no entiendo por qué los brazukas, los chelitas, los paraguas, los perucas y los bolitas nos tienen tanta bronca".
En casi cualquier lugar de Uruguay, el FA se encargó de hacerse tomar bronca, con sus robos, estafas, cuentos y relatos, su indiferencia tanto por la suerte de los más humildes como por la de los que bancan al Estado con sus aportes, su proselitismo exacerbado, su impúdica sed de dinero y poder, y su soberbia casi ilimitada, que hacía que sus dirigentes vieran todo color de rosa.
Y hoy no se da por enterado. No sabe lo que pasa. Como ese hincha argentino que no entiende por qué los otros le tienen bronca.
De hacer un análisis de lo actuado y de pedir sinceras disculpas por el daño ocasionado y la oportunidad desperdiciada, no hablamos.
Ser militante y dirigente FA es estar inmunizado contra el virus del arrepentimiento.
Ser militante y dirigente FA es nunca tener que pedir perdón.
Ing. Agr. Diego R. Varela
Ser militante y dirigente FA es nunca tener que pedir perdón.
Ing. Agr. Diego R. Varela
Las Piedras, 2 de abril de 2020
Varela Sin Reparo
diegovarelazitta.blogspot.com
Se permite su reproducción total o parcial sin necesidad de mencionar la fuente.
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