"Puedes engañar a todo el
mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no
puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo."
Abraham Lincoln (1808 - 1865).
Hace mucho tiempo un veterano sabio me advirtió sobre los riesgos de
expresar opiniones políticas desde una visión liberal y en oposición a las ideas de izquierda: recibidas, establecidas y canónicas en Uruguay:
"Uno tiene que ser el doble de estudioso, lúcido y preparado, para que
la gente le crea la mitad de lo que le cree a cualquier ganso de
izquierda".
Durante décadas debí convenir con él en que la advertencia
era cierta. Vi gente brillante polemizar con gente de izquierda,
los vi esgrimir buenos argumentos. Y vi a los gansos de izquierda salir
airosos. Por que sí. Porque ese era el clima de la época, y - como el clima natural - parecía que sería así para siempre.
Increíblemente para gente de mi generación, eso parece estar a punto de terminar. Hoy los gansos no convocan como hace sólo 5 años atrás. Se desgañitan graznando, acuden a consignas fáciles como siempre hicieron, pero el clima cambió, bruscamente.
El Senado, la Cámara, la televisión, la radio, la cultura, la enseñanza, el carnaval, la Universidad, los sindicatos - de forma muy especial los sindicatos de funcionarios públicos - todo está todavía lleno de gansos, y sin embargo a sus palabras se las lleva el viento.
Hoy solamente les dan bola otros gansos, tan gansos como ellos, porque se terminó la fe en los gansos. Agotaron la fe del pueblo con sus (malas) acciones, tan alejadas de su discurso. Como buenos gansos que son, no tuvieron en cuenta la advertencia de Lincoln.
En este clima, hasta es probable que el país salga - finalmente - adelante.
Me atrevo a ser optimista: tal vez lleguemos a ser la Suiza o la Dinamarca de América del Sur, y no Cuba o Nicaragua, como los gansos nos siguen invitando a que seamos.
El secreto - me parece - está en evitar llenarse de gansos mientras se conduce al país en la buena dirección. Porque los gansos son gansos, pero también son oportunistas y les gusta estar donde el sol más calienta.
El secreto - me parece - está en evitar llenarse de gansos mientras se conduce al país en la buena dirección. Porque los gansos son gansos, pero también son oportunistas y les gusta estar donde el sol más calienta.
Ing.
Agr. Diego R. Varela
Las Piedras, 23 de junio de 2020
Varela Sin Reparo
diegovarelazitta.blogspot.com
Queda permitida la reproducción total o parcial de este artículo sin necesidad de mencionar la fuente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario