LA
NECESIDAD DEL PARTIDO DE LA CONCERTACIÓN Parte I
Nota: este es el primero de una serie de tres artículos que escribí para la revista ESPACIO * de Las Piedras entre los meses de agosto y octubre de 2016. Los incorporo ahora al blog, por considerar que mantienen cierta actualidad.
Hace
unos cuantos meses que vengo pensando en escribir algún artículo
para Espacio, en el que discuto la debilidad de la oposición y la
fortaleza que creo entrever en el Gobierno. Entre los artículos que
no escribí ni escribiré figuran títulos tales como “Ponemos a
una heladera de candidata y ganamos igual” que daría cuenta de los
muchos desmanes que a nivel municipal han tolerado y siguen tolerando
– y en alguna medida aprobando – los vecinos de Canelones y
Montevideo; “Chocando la calesita”, que describiría otra
imposibilidad: la de fundir Ancap y las nulas consecuencias políticas
que traería ese imposible. Un tercer artículo hablaría de la
próxima aventura electoral del ex Licenciado en Genética Humana (lo
de ex me parece un brillante hallazgo del Director de esta
publicación), a quien auguro un porvenir político todavía más
venturoso, basado en su prestigioso apellido, su nula capacidad de
gestión, y su indiferencia ante cualquier desvío ético.
Todos
estos artículos existen de algún modo en mi mente, pero no tendrán
expresión concreta. La razón terminó por ser clara: todos ellos y
otros que podría intentar, en el fondo aluden a la carencia de
alternativas políticas que percibe la ciudadanía. El ciudadano
uruguayo común – independiente e indiferente a la actividad
política, como cualquier ciudadano de cualquier país más o menos
normal del mundo – se está acostumbrando a reciclar su voto dentro
del conglomerado del Frente Amplio. Así, en una elección vota al
Pepe, en otra al Pelado, en otra a Ana, en otra a Danilo … Antes,
en la etapa de la construcción, a Líber, a Mariano o a Tabaré.
Siempre al Frente. Se convierten inadvertidamente primero en
frentistas, y después sectoriales. Pero ese es otro tema.
De
nada valen argumentos racionales, de nada valen análisis profundos
acerca de la gestión del Gobierno, como de nada valieron los
análisis de las diversas propuestas que el Frente Amplio hacía
cuando estaba en la oposición, y que convenientemente olvidó cuando
finalmente el éxito le sonrió.
El
hecho que vale es el siguiente: la suma de ciudadanos frentistas
convencidos más la suma de ciudadanos sin partido que no ven
alternativas a lo que hay, supera claramente a la suma de ciudadanos
colorados, blancos, independientes y cívicos convencidos, más la
suma de ciudadanos sin partido que ven una alternativa al Frente y la
acompañan.
Como
advierte el lector, se trata de una ecuación matemática que se
puede resumir de esta manera:
FA +
SP I > OP + SP II y que se expresa así: la suma de frentistas
convencidos más ciudadanos sin Partido uno, es mayor que la suma de
partidarios de otros partidos convencidos más ciudadanos sin Partido
dos.
Esa
ecuación hay que darla vuelta, y para eso es necesaria una
condición: que la ciudadanía independiente e indiferente – lo que
denomino ciudadanos sin Partido – preste atención al hecho
de que hay del otro lado una alternativa viable; no varias poco o
nada viables. Con esto quiero decir que del otro lado tiene que haber
un Partido (Lema en Uruguay) capaz de impulsar a alguien a la
Presidencia de la República, que tenga garantizada una mayoría
clara en el Parlamento, y que pueda proponer acciones y ejercer el
Gobierno, sin demasiadas trabas a su actuación. Eso es la
Concertación de los Partidos de la oposición. Es antes de
la elección, y se hace bajo el Lema del
Partido de la Concertación. Con Sub Lema Partido
Colorado, Sub Lema Partido Nacional, Sub Lema Partido Independiente,
Sub Lema Partido Unión Cívica … y los grupos que quieran sumarse.
Me
consta que la resistencia a esta idea es amplia entre los dirigentes.
Curiosamente, entre la población general parece una idea ampliamente
aceptada. No hay por qué esperar a que se produzca una catástrofe
como la que ocurre en Venezuela (a propósito, ¿alguien notó si los
bárbaros del P. C. uruguayo borraron de sus muros las consignas de
aliento a Maduro: algunas durísimas, otras de triste lectura, todas
profundamente equivocadas?), un hartazgo como el que ocurrió en
Argentina con una manga delirante de ladrones, afiliados a un relato
falsísimo, o una actuación casi heroica de parte del Poder Judicial
en Brasil. Hay que hacer como los chilenos: de un lado el centro
izquierda y del otro el centro derecha. Y punto.
No
es ni necesario aclarar que lo del centro izquierda y centro derecha
son hoy día comodidades del lenguaje: en la administración pública
lo que cuenta es la honestidad y la capacidad de gestión. Son pocos
los que sostienen que hay que estatizar todo y hacer del Estado un
Gran Hermano controlador de todos los aspectos de la actividad del
ser humano. Son pocos los que proponen aislar al Uruguay y sustituir
importaciones, son pocos los que proponen intervencionismo estatal, y
controles del tipo de cambio y de precios. Y sus argumentos son de
una pobreza fenomenal. Para algo sirven las lecciones del pasado, así
como algunas experiencias calamitosas recientes en el Continente.
Asimismo son todavía menos los que proponen la ausencia del Estado
en todas las áreas, y un indiscriminado dejar actuar a las fuerzas
del mercado. En pocas palabras; cada vez más es una cuestión de
metas y de agenda (esto sí, esto no, esto primero, aquello después),
sujeta al siempre difícil y desafiante escenario internacional, que
es lo que verdaderamente cuenta para el Uruguay.
En
un próximo artículo, si el Director de la publicación lo permite y
la paciencia de los lectores no se agota, abordaré los beneficios
para el país que la Concertación supone desde mi punto de vista,
así como los obstáculos que la idea afronta.
Con
mis atentos saludos:
Diego
R. Varela.
* ESPACIO fue una revista de edición mensual y circulación básicamente local, que se publicó entre 1994 y 2017. Su fundador, director y editor responsable fue el Escribano Óscar Enrique Almada López, "Golo" para sus allegados. Se editaron 257 números bajo su dirección, y un número luego de su fallecimiento ocurrido el 21 de mayo de 2017; dedicado por sus familiares a homenajear su figura. Con esta revista colaboraron muchos caracterizados vecinos de Las Piedras, entre los que recuerdo a Julio C. Trías Garlán, Juan Antonio "Cacho" Gaydón, Lorenzo Gómez, Arqto. Carlos A. Trobo, el sacerdote salesiano Walter Lissaut, María Alejandra Almada, el "Capitán" Menéndez, Luis Segredo, y en alguna ocasión mi padre, Raúl César Varela.
ESPACIO fue una demostración palpable y concreta de que no es necesaria la promoción estatal para estimular la actividad del intelecto en las más diversas áreas.
ESPACIO fue una demostración palpable y concreta de que no es necesaria la promoción estatal para estimular la actividad del intelecto en las más diversas áreas.
Las Piedras, 22 de marzo de 2018
Varela Sin Reparo
diegovarelazitta.blogspot.com
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