martes, 23 de junio de 2020

SE TERMINÓ LA FE EN LOS GANSOS


"Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo." 

Abraham Lincoln (1808 - 1865).

Hace mucho tiempo un veterano sabio me advirtió sobre los riesgos de expresar opiniones políticas desde una visión liberal y en oposición a las ideas de izquierda: recibidas, establecidas y canónicas en Uruguay:

"Uno tiene que ser el doble de estudioso, lúcido y preparado, para que la gente le crea la mitad de lo que le cree a cualquier ganso de izquierda". 

Durante décadas debí convenir con él en que la advertencia era cierta. Vi gente brillante polemizar con gente de izquierda, los vi esgrimir buenos argumentos. Y vi a los gansos de izquierda salir airosos. Por que sí. Porque ese era el clima de la época, y - como el clima natural - parecía que sería así para siempre.

Increíblemente para gente de mi generación, eso parece estar a punto de terminar. Hoy los gansos no convocan como hace sólo 5 años atrás. Se desgañitan graznando, acuden a consignas fáciles como siempre hicieron, pero el clima cambió, bruscamente. 

El Senado, la Cámara, la televisión, la radio, la cultura, la enseñanza, el carnaval, la Universidad, los sindicatos - de forma muy especial los sindicatos de funcionarios públicos - todo está todavía lleno de gansos, y sin embargo a sus palabras se las lleva el viento.

Hoy solamente les dan bola otros gansos, tan gansos como ellos, porque se terminó la fe en los gansos. Agotaron la fe del pueblo con sus (malas) acciones, tan alejadas de su discurso. Como buenos gansos que son, no tuvieron en cuenta la advertencia de Lincoln.

En este clima, hasta es probable que el país salga - finalmente - adelante. 

Me atrevo a ser optimista: tal vez lleguemos a ser la Suiza o la Dinamarca de América del Sur, y no Cuba o Nicaragua, como los gansos nos siguen invitando a que seamos.

El secreto - me parece - está en evitar llenarse de gansos mientras se conduce al país en la buena dirección. Porque los gansos son gansos, pero también son oportunistas y les gusta estar donde el sol más calienta. 

Ing. Agr. Diego R. Varela

Las Piedras, 23 de junio de 2020

Varela Sin Reparo

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jueves, 2 de abril de 2020

SER FRENTEAMPLISTA ES NUNCA TENER QUE PEDIR PERDÓN



Los más veteranos recordarán que el título alude a la película "Love Story" - con actuaciones de Ali MacGraw y Ryan O'Neal - muy famosa en su momento. En una escena determinada y entre lágrimas, MacGraw (Jenny en la película) le espeta a Oliver (interpretado por O'Neal) una frase que se hizo célebre, y que se repite hasta hoy: "amor es nunca tener que pedir perdón".

Viendo y escuchando declaraciones y actitudes de dirigentes y militantes de la izquierda uruguaya, se me ocurre aplicar a la situación actual el concepto que en la película expresó MacGraw. Justamente, si nos quisieran a los uruguayos, nos pedirían perdón por el desastre que dejaron. Pero por lo visto, nada más lejos de su intención. A raíz de la pandemia de coronavirus, desde una supuesta superioridad intelectual y moral - que claramente no detentan - y a menos de un mes de haber dejado el Gobierno, se atreven como si nada a sugerir soluciones para problemas que ellos mismos dejaron y acentuaron, como es la economía informal y la gente en situación de calle, por ejemplo. Ni hablar de la imperdonable exigencia de que todos los uruguayos hiciéramos cuarentena obligatoria, como si todos tuviéramos la vida resuelta. Esto último revela más que desconocimiento de la realidad: revela indiferencia depravada ante el hecho de que hay cientos de miles de uruguayos inmersos en una economía de estricta sobrevivencia, y que salen todos los días a ver cómo resuelven la situación de ese día y poco más. Afortunadamente el Gobierno está en buenas manos y con el talante educado que correspondía, desestimó la exigencia planteada.

Acostumbro cada tanto leer y releer cuentos y chistes de Fontanarrosa, el genial humorista rosarino que dio vida a personajes de la estatura de Inodoro Pereyra, Mendieta, Boogie el Aceitoso y Best Seller. Recuerdo haber leído hace poco un chiste gráfico, que incluye en un solo cuadro el diálogo entre dos hinchas de fútbol sentados a la mesa de un bar, y que dice más o menos así:

- "Los equipos argentinos siempre son visitantes en casi cualquier lugar de América".

- "Tenés razón, no entiendo por qué los brazukas, los chelitas, los paraguas, los perucas y los bolitas nos tienen tanta bronca".

En casi cualquier lugar de Uruguay, el FA se encargó de hacerse tomar bronca, con sus robos, estafas, cuentos y relatos, su indiferencia tanto por la suerte de los más humildes como por la de los que bancan al Estado con sus aportes, su proselitismo exacerbado, su impúdica sed de dinero y poder, y su soberbia casi ilimitada, que hacía que sus dirigentes vieran todo color de rosa.

Y hoy no se da por enterado. No sabe lo que pasa. Como ese hincha argentino que no entiende por qué los otros le tienen bronca.

De hacer un análisis de lo actuado y de pedir sinceras disculpas por el daño ocasionado y la oportunidad desperdiciada, no hablamos.

Ser militante y dirigente FA es estar inmunizado contra el virus del arrepentimiento.

Ser militante y dirigente FA es nunca tener que pedir perdón.


Ing. Agr. Diego R. Varela

Las Piedras, 2 de abril de 2020

Varela Sin Reparo

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miércoles, 12 de junio de 2019

BUSCANDO EL CUARTO CON EL APARATO MUSTIO

¡¡ Vamos por el cuarto !! ... claman sus dirigentes, mientras el aparato aplaude con alguna prudencia y fingido entusiasmo.

Este FA - que empezó a perder vigor apenas promediaba el primero - llega a la instancia electoral cansado y bastante hastiado. Al punto que no puede terminar el tercero con algún donaire. Los principales responsables del desempeño fallido, hacen de cuenta que no tuvieron mucho que ver - empezando por Sendic el cuello más blanco y sus camaradas, rostros cubiertos con una gruesa capa de cemento Ancap - y buscan reemplazos que 'profundicen el modelo de inclusión'. Modelo que logró precisamente lo contrario. Porque cada vez que accedió al Gobierno, el FA convenientemente olvidó sus slogans de campaña: el Uruguay Productivo, el Uruguay País de Primera, El Uruguay que no se detiene, y apuntó sus baterías al más descarnado clientelismo. Como consecuencia, hoy vivimos en un país estancado, de tercera en muchísimos aspectos, y en el que el aparato productivo cruje y se desmorona acosado por los costos.

La batalla se entabla por el voto de aquella porción de la Sociedad que todavía no está definida. Que todavía duda acerca de si es cierto que ha venido siendo penetrada con un artilugio de escasa potencia.

¿ Puede ganar el FA ? Sin duda. ¿ Puede consumar algo satisfactorio para la Sociedad penetrada ? Me parece que no.

Sus principales candidatos - forjados en ese mundo del Bajo que conforman los colegios caros, la Udelar, los empleos públicos de muy alta remuneración, el Parlamento Nacional, y los cargos políticos de confianza de primer nivel - fingen con la mejor cara que pueden poner, que son gente de pueblo; pero no son ni China Zorrilla ni Alberto Candeau. Se nota de lejos que son 'gente como uno'. De los candidatos secundarios no hablo: su única y principal preocupación consiste en declararse las 24 horas de 'izquierda' para que no los confundan con la 'derecha', riesgo que ciertamente no corren.

¿ Cuál será entonces el público de estos candidatos ? ¿ Qué votantes podrán retener de esa muy considerable casi mitad de la ciudadanía, que ha venido respaldando al FA en los últimos tiempos ? ¿ Qué perfiles de votantes serán el respaldo de estos dirigentes cajetillas y algo distantes - para nada inclinados al roce con el pueblo liso y llano, sujeto a los avatares del diario vivir - que el FA suscribe como candidatos ?

Es una pregunta válida. Es lícito pensar que los individuos improductivos que conforman el lumpen - incluso el que está ligado al delito - los acompañará. El lumpen siempre es un aliado potencial del poderoso, y un adversario de las gentes productivas. En otra época votaba al Partido Colorado, y luego desplazó su preferencia hacia el FA. No es nada político en el sentido doctrinario: simplemente para sobrevivir necesita del poderoso; y el poderoso lo sabe y lo aprovecha. Debe ser un alivio para los candidatos frentistas saber que pueden rehuir el contacto físico directo con esta parte del electorado. Que para eso está el aparato frentista, en especial los militantes rentados del PC y del MPP. Alguna razón le cabía a mi padre - no toda la razón, porque eso es injusto con el Partido Colorado, que hizo muchísimo por edificar el Uruguay integrado que conocimos - cuando en los años 80 empezó a tildar a los frentistas de 'colorados chicos', término que no dejó de utilizar hasta su fallecimiento en 2015, poniendo cada vez más énfasis en el término 'chicos'.

En una perspectiva más amplia, ya se sabe que el Pit - Cnt brazo sindical del FA y la Udelar - su brazo 'intelectual' - inclinarán todo su peso e influencia para el lado del FA. Lo mismo cabe decir de sucursales, filiales y agencias menores como la Feuu y la miríada de Ong's colgadas del presupuesto nacional, y que afrontarán un futuro incierto de tener que tratar con un gobierno de otro signo, dispuesto a cerrar la canilla del gasto libre e inútil. El problema que tiene todo ese aparato del FA es de credibilidad.

Así y todo, es muy posible que los voten, aunque no les crean ni el saludo del buenos días. Candidatos y aparato puede que tengan éxito. En mi humilde opinión no hay nadie más ingenuo en materia política que un obrero o una persona de condición económica modesta, que vota a la izquierda. Pero ocurre y seguirá ocurriendo. En una situación similar están muchas personas que se han especializado en determinado rubro, y que para ser exitosos necesitan capacitarse de forma permanente. Esa dedicación frecuente entre profesionales universitarios primero, y que hoy se ha extendido a todas las ramas del trabajo, no deja tiempo para analizar la política con atención. De modo que hay gente que deposita su fe - en un sentido casi teológico del término - en el que les resulta más convincente a la hora de explicarla. También ahí la izquierda ha sabido sacar rédito. Pero fe y supuesta coincidencia de clase se agotan, toda vez que el depositario de la confianza muestra ser indigno de ella.

Para mí es claro que la próxima elección - la de octubre que es la que vale - se define entre dos formas de ver y entender al país que hoy día están en contradicción: de un lado el conjunto de individuos productivos y laboriosos - tanto de la esfera pública como privada - que saben (sabemos, porque me incluyo) lo que es salir todos los días a ganar el sustento, y que en muchos casos vive sin merecerlo la incertidumbre respecto del día a día. Y del otro lado, el conjunto de individuos que de una forma u otra vive a la sombra del Poder y cobijado por éste, en la agradable tarea de explotar al prójimo. Los que viajan colgados del carro sin demandarse esfuerzo alguno, excepto el dar una manito en el período electoral, actuando como 'influencers' de tres al cuarto.

La contradicción principal - usemos un poquito la jerga tan cara a los izquierdosos de todas las horas - se da entre productivos e improductivos, explotadores del esfuerzo ajeno.

Pero - en definitiva - comencé este artículo hablando de aparatos: son importantes en cualquier elección, pero por algún motivo que creo que debe tener que ver con el hartazgo de buena parte de la Sociedad, me da la impresión que el aparato frentista - ponga el lector las siglas que quiera - está mustio, y que es incapaz, no ya de erguirse y penetrar con su mensaje en las mentes de una gran mayoría de uruguayos que otrora creyeron, sino que ni siquiera va a intentar con alguna convicción la seducción franelera; el chamuyo de que hablaban los veteranos en mi época adolescente. Un ejemplo de esos intentos de seducción desganada y torpe, lo configuran las 16 medidas llamando a 'respetar la política' que propuso hace poco el MPP de Pepe Vizcacha, y que rápidamente pasaron al olvido. Otro, la propuesta de evitar las 'fake news' en la campaña. Nadie respeta demasiado la política en esta fase del devenir del país, y nadie se hace demasiadas ilusiones respecto a evitar la propagación de noticias falsas.

Justamente, este aparato agotado y falto de toda credibilidad va a replegarse - en el sentido de dar la impresión de que actúa de manera inorgánica - y va a enfocar la lucha desde las redes sociales, donde buscará concentrar su poder de fuego, recuperar la credibilidad perdida, y limar la credibilidad ajena. Veremos florecer bots, trolls, fake news, y toda una serie de agresiones, murmuraciones y descalificaciones contra diversos candidatos de la oposición, que irá en aumento a medida que trascurra la campaña. Nada o muy poco de declaraciones solemnes del PIT, la Udelar, o Mongo Aurelio. Porque no les creemos ni les damos pelota.

Por otro lado, tengo la edad suficiente para recordar aquél título que muy pocos días antes de la elección del 71 el diario El Eco - manejado por ese estupendo ilusionista que es Federico Fassano, maestro de generaciones de frenteamplistas en el difícil arte de distraer con la izquierda y embolsar con la derecha - le dedicó a Wilson Ferreira. Ese tipo de 'noticias' propagadas por la red, puede funcionar. También es harto probable que veamos supuestas organizaciones "autoconvocadas" formadas para la ocasión, clamando como sucedió en Brasil "Él no", o los "indignados" de la política como hace unos años, cuando el descalabro del Partido Socialista era evidente en España. Eso, magnificado por las redes, veremos en esta campaña.

Con todo, es probable que no sea suficiente. La oposición - muy dispersa y atomizada como está - hará lo suyo; pero mucho más es lo que el FA le ha hecho a la Sociedad uruguaya, y ésta se lo está haciendo saber.

Ing. Agr. Diego R. Varela

Las Piedras, 11 de junio de 2019

Varela Sin Reparo

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jueves, 6 de diciembre de 2018

LA SOCIEDAD GARCAFÓBICA

Garcafobia: aversión a garcas, jodedores, mentirosos, estafadores, delincuentes, corruptos, chorros, coimeros, violentos, hipócritas e individuos de similar calaña, que perpetran actos contra la convivencia y el bienestar ciudadanos, generalmente parapetados detrás de algún cargo público. Suelen simular su accionar con palabras bonitas, gesto adusto y discursos efectistas, mientras aumentan su bienestar personal con el dinero de todos. Su accionar genera al garcafóbico. Contra esta afección no existe vacuna conocida ni tratamiento, excepto el voto.

Décadas atrás la película "Network poder que mata" (dirección de Sidney Lumet, con actuaciones de William Holden, Faye Dunaway, Peter Finch y Robert Duvall) mostró a un veterano periodista de TV que se vuelve loco al ser despedido debido al bajo rating de su programa, y que anuncia que se va a suicidar en vivo ante las cámaras en uno de los días siguientes, ya que le restan algunas salidas al aire para cumplir su contrato. En lugar de ello, y dada la altísima repercusión que logra con ese truculento anuncio, comienza una renovada carrera, pero no como conductor de noticias, sino como presentador de un programa de variedades disconforme con el estado de cosas reinante, y que de algún modo refleja el modo de sentir de la gente lisa y llana. Su latiguillo: "estoy harto y no pienso seguir soportando esto" trasciende, se generaliza más allá de cualquier previsión, y amenaza con volverse un desafío real contra el poder establecido que lo percibe como tal, y que termina disponiendo las cosas más o menos a su conveniencia. De algún modo, Howard Beale (el personaje loco que interpreta Peter Finch) es una profecía de otros grandes disconformes de la vida real, como Trump o Jair Bolsonaro. Sólo que su locura lo frustra. Pero siendo un profesional de la comunicación, disponía de los medios para alcanzar la sensibilidad de la gente hace más de 40 años.

Mucho más acá en el tiempo, Ricardo Darín en la película "Un cuento chino" interpreta a Roberto, el dueño de una pequeña ferretería harto de que lo caguen por monedas: "ladrones de mierda, son todos garcas, la p... que los parió" suelta indignado luego de comprobar - se nota que van muchas veces que le ocurre lo mismo - el número de tornillos Phillips que deberían venir en la caja que compró, y que trae menos que los que declara contener. La de Roberto es una lucha más íntima; la de un hombre que pretende mantener determinados valores de conducta, frente a personas tan comunes como él, pero que encuentran natural no respetarlos. No va más a fondo simplemente porque no quiere; no porque carezca de medios. Al contrario; los tiene a su disposición. Él mismo compra diarios viejos y revistas por Internet, sólo que lo hace a través de un amigo. Las cosas han cambiado: no hace falta ser un profesional de los medios para llegar a una audiencia global.

Cuarenta años atrás Beale estuvo a punto de percibir cómo hacer para cambiar las cosas para mejor, pero su locura se lo impidió. Los medios para hacer llegar su mensaje estaban a su disposición, ya que era un periodista y - a su modo - un comunicador excepcional. Hace diez, Roberto el personaje que interpreta Darín, no maneja las herramientas que le permitirían hacer un aporte, ni se propone hacerlo. Sólo quiere no formar parte de la mierda. Proteger su metro cuadrado hasta donde puede. Pero casi todas las herramientas las tiene a mano, y ni siquiera tiene que ser un profesional, como sí lo era Beale.


Es claro que ninguno de los dos es político y que tampoco aspiran a serlo. Pero, ¿ qué pasa si aparece alguien que se da cuenta del hartazgo de la gente, y aprovecha las herramientas que el mundo de hoy pone a su disposición ?

La respuesta a esa pregunta ya la conocemos: en USA se llama Trump, en Brasil se llama Bolsonaro, se llama Macrón en Francia ... acaba de aparecer Santiago Abascal en Andalucía, para consternación de la progresía española ladrona, ventajera y malversadora, pero políticamente correcta. Todos ellos gastaron sustancialmente menos dinero en sus respectivas campañas que sus adversarios, que provenían del riñón de la política, y que estaban respaldados por la gran prensa y por la compleja, sofisticada y aparentemente invencible estructura partidaria. A Trump le dijeron de todo desde el mismo partido republicano que terminó representando. Bolsonaro, inserto en su realidad brasileña, simplemente usó un partidito menor, casi un sello de goma, que le permitió ser candidato. También con él se ensañó la llamada gran prensa. Tampoco sus adversarios dejaron epíteto descalificador sin emplear. Ni hablar de los llamados 'movimientos sociales' que se desgañitaron clamando 'Ele nao' y haciendo la campaña llamada 'todos contra Bolsonaro'. Macrón - al que no le prestamos tanta atención pero que es otro ejemplo de outsider, tal vez el más claro - fundó su movimiento en abril de 2016, en agosto del mismo año empezó su campaña declarando públicamente y con honestidad que ya no se sentía socialista, y un año después fue elegido Presidente de Francia. El gobernante francés más joven desde Napoleón Bonaparte. Ahora mismo enfrenta el desafío de los "chalecos amarillos", una masa anónima de autoconvocados cuya filiación política puede ser cualquiera, pero que se declara harta de pagar impuestos. En cuanto a Abascal, es suficiente decir que los garcas de la política tradicional de izquierdas le hicieron la misma campaña en contra que le hicieron a Bolsonaro en Brasil, y cosecharon un resultado parecido.

Todos ellos y unos cuantos más están expresando algo, y ese algo se llama garcafobia. La fobia que sentimos los ciudadanos votantes contra los políticos y politicastros que nos endilgan un discurso bonito, lleno de buenas intenciones, mientras nos roban con descaro y - casi siempre - con impunidad. Y expresamos a través del voto - como siempre - nuestra disconformidad y nuestro rechazo. No queremos más de esto. Queremos gobernantes que se manejen con honestidad, con decoro y si es posible con alguna dosis de capacidad.

Para usar solamente el ejemplo más cercano; la ciudadanía de Brasil no hizo un curso acelerado de fascismo, complementado con un master en maldad. Simplemente miró el panorama, y eligió al tipo de trayectoria honesta y que habla claro acerca de los principales problemas que aquejan hoy a Brasil: violencia sin límites, crisis económica, y corrupción rampante. Ante eso, otros discursos se quedan cortísimos: que te di derecho a ... que te reconocí tal condición ... que te incluí ... a condición que mirases para otro lado mientras me robaba todo, y todos los indicadores sociales y económicos apuntaban al desastre.

Los colectivos y partidos de izquierda - inconformistas por esencia, y conscientes de su derrota en lo que refiere a doctrinas políticas, económicas y sociales - ya sea que estén en el gobierno o en la oposición, hace mucho tiempo que levantan como únicas banderas con capacidad de movilización, de protesta y de adhesión a su causa, a las diversas identidades que nuestro mundo occidental produce en abundancia. A esta altura para ellos lo ideal es que los individuos se identifiquen no con una clase social; sino con un grupo étnico, sexual, lingüístico, racial, religioso. Dispensan apoyo moral, material y legal a los particularismos del tipo que sean. Buscan y fomentan dentro de esos colectivos a personas que están más preocupadas por hacer predominar los derechos de su grupo de pertenencia, que por  el mayor bienestar social. Por ejemplo; el derecho a recibir un trato legal favorable en nombre de agravios pasados o presentes, reales o más o menos imaginarios. Con no poca frecuencia consiguen que en lugar de preguntarse qué puede hacer por su país, la gente empiece a centrarse en quién es y qué siente que debe hacer su país - en buen romance, sus conciudadanos - por el grupo al que pertenecen. 

Se ha entrado en una cuestión muy casuística: respeto al homosexual, respeto al miembro de una raza minoritaria, respeto a la persona de otro sexo, respeto al extranjero ... No se quiere educar como se debe, que es sencillamente en el respeto al ser humano individual, por el mero hecho de serlo. Si así se hiciera, no habría luego ninguna explicación que dar acerca de las características que cada persona en particular quiera o se sienta impulsada a desarrollar, en tanto respete la ley y mantenga en su esfera privada lo que ahí debe ser mantenido. Así fue siempre y así debe seguir siendo luego que pase la onda infantil de los particularismos impulsada, manipulada y fogoneada por la izquierda tramposa y además ladrona toda vez que puede.

Es claro que en una situación así, el concepto de Estado y una actitud de estadista poco tiene para hacer, y mucho menos para aportar. La prospectiva pasa a ser un ejercicio inútil. 

Pero somos muchos los que nos damos cuenta de la trampa, y aspiramos - tal vez sin darnos cuenta plenamente - a que vuelva la hora de poner el énfasis en la generalidad de la cosa pública y en la fundamental importancia de la unidad colectiva para hacer de la Patria un lugar mejor para todos sus habitantes. Somos muchos los que nos hemos dado cuenta de la forma de accionar de los garcas, y de la estafa moral y material que implica. Y nos hemos vuelto garcafóbicos. Sin vueltas y sin matices. Y aspiramos a que desde la política alguien empiece a decirlo y nos represente.

Somos muchos los que estamos esperando a que alguien empiece a hablar alto y claro: "estoy harto y no pienso seguir soportando esto", como Beale. O - como Roberto - "ladrones de mierda, son todos garcas, la p ... que los parió". 

Los medios para hacerse escuchar están a disposición.

lunes, 22 de octubre de 2018

PENSANDO EL BALOTAJE

La idea que predomina entre los diversos Partidos de la oposición es que resulta más apropiado comparecer en la elección interna por separado y juntarse para la segunda vuelta. Cada Partido irá con candidato propio a la primera vuelta electoral de octubre, y recién se concretarán acuerdos formales hacia la segunda ronda en noviembre, lo que permitirá recomendar el voto por el candidato que queda en carrera. Bien mirado; esta forma de proceder tiene sus atractivos, ya que los Partidos conservan identidad propia; es decir una cultura, unas raíces, una historia, una mística, unas tradiciones y unas formas de concebir la política y actuar en ella, diferentes de las de los otros Partidos que conforman lo que podría llamarse el Partido del Balotaje. La idea de que es necesario 'juntarse para sacarlos' antes de que sea imposible sacarlos; no ha hecho carne en la dirigencia opositora de Uruguay. Compruebo un hecho; no lo apruebo ni lo condeno. Pero también es un hecho que las diversas partes que componen la oposición política institucional en Uruguay necesitan convencer a la ciudadanía general - en especial a los sin Partido - que constituyen la mejor opción para la segunda vuelta. Y también es un hecho - favorable para el conjunto de la oposición sin duda - que los Partidos que la componen demuestran tener más coincidencias que diferencias. Por lo tanto; no resulta un ejercicio inútil plantear desde ahora algunos temas en los que debe haber acuerdos antes de llegar al balotage.

¿ Qué tal entonces si - aunque sea sólo como ejercicio intelectual - nos ponemos a pensar en las ideas fuerza sobre las que debería trabajar este Partido del Balotaje ? ¿ Serían muy distintas de las que expongo a continuación ?

Política exterior. Ideas fuerza: 

1) Uruguay no tiene amistades permanentes sino intereses permanentes.

2) Uruguay es un país muy pequeño económicamente. Un corolario de esto, es que todo lo que se puede hacer en materia interna, depende en buena medida de cómo están los precios de lo que producimos. Otro corolario es que en términos generales, comerciar con el resto del mundo es deseable, y debe aumentar la prosperidad general de la ciudadanía, y la posibilidad de encarar políticas que propendan a superar los actuales niveles de pobreza y malestar social. 

3) No intervención en asuntos internos de otros países, excepto cuando se violan derechos humanos básicos. El ejemplo que tengo a mano, es la política anti - apartheid que siguió casi todo el mundo con respecto a Sud África. Ahí hubo una sostenida presión internacional que al cabo rindió frutos. Como el apartheid cesó hace cerca de 30 años, los jóvenes de ahora lo ignoran, y muchos de ellos pueden adherir a la interpretación infame del principio de no intervención que hace nuestro Gobierno respecto de Venezuela, Cuba y Nicaragua.

Y si por esta forma de encarar la política exterior te quieren llamar facho, neoliberal, entreguista, insensible, vendepatria, oligarca y alguna cosa más, problema de ellos, no tuyo. Argumentos para rebatirlos educada pero firmemente hay de sobra.

Política Interior. Ideas fuerza.

1) Combate firme a las narcobandas, mafias y organizaciones delictivas en general: con policía, policía militarizada, fiscalía, juzgados y sistema carcelario puestos al día y capacitados y entrenados para estar a la altura de la circunstancia que - para decir lo menos - es preocupante. El Uruguay de hoy corre un riesgo todavía moderado pero que se hace cada vez más patente, de transformarse en un Estado fallido. Es decir, un Estado soberano que afronta la amenaza de perder el control de partes de su territorio; y que gradualmente va perdiendo su derecho al monopolio del uso de la fuerza y la coerción legítima. Un Estado cuyos responsables exhiben un preocupante desgaste - y hasta desinterés - en su capacidad de ejercer la autoridad, combatir la violencia, garantizar el orden social, la seguridad ciudadana, hacer cumplir la ley, y respetar y hacer respetar el libre albedrío. Es decir; un Estado invivible, excepto para la casta dominante y sus cómplices.

2) Ajuste del gasto público. Se terminó el festejo y se acabó el derroche. Si le tenemos miedo a la palabra 'ajuste' por ser políticamente incorrecta; pues llamémosle jarra, tubo, o pan con grasa. Pero lo cierto es que este nivel de despilfarro no es sostenible, y nos deposita más temprano que tarde en las solícitas manos del FMI, mutual internacional de crédito que aspira a que le devuelvan lo que prestó lo antes posible, a efectos de no ver limitada su capacidad de otorgar crédito a otros países en necesidad. Por lo tanto, no presta dinero por la simpatía y don de gentes de quienes a él acuden. Lo hace a cambio de condiciones, que siempre son severas. De modo que un déficit moderado o nulo es a esta altura deseable, y de preferencia tiene que venir del lado de la baja del gasto, no del aumento de impuestos. Aunque es imposible comprometer palabra en tal sentido, por ser Uruguay altamente dependiente de la producción agropecuaria y sus vaivenes climáticos y de precios. Pero el compromiso inicial es con el recorte, porque insisto en que hay mucha tela para cortar previo a pensar en una suba de impuestos. Además, este equilibrio hay que lograrlo antes de que ocurra el choque. La sospecha fundada de que vamos camino a darnos de lleno contra la pared ya la tenemos, porque en la sangre de los uruguayos están todas las experiencias anteriores que hemos vivido, y que por las dudas recuerdo en su secuencia aproximada:

- Déficit fiscal alto y en aumento.
- Rebaja en la calificación de las Agencias que miden el riesgo país. Cuando el ratio deuda / producto llega a determinado nivel - que no está lejos - se acaba la canilla libre del crédito internacional.
- Déficit en cuenta corriente. El flujo de entrada y salida de capitales se invierte; dejamos de ser un país atractivo para la inversión, y la moneda fuerte empieza a salir buscando refugio en otras latitudes menos rendidoras tal vez, pero más seguras. La llamada - me enteré hace poco - 'flight to quality'. Sí: eso que nos ha pasado tantas veces tiene un nombre, y hasta elegante.
- El consiguiente aumento en la tasa de interés que debe pagar el Uruguay por la deuda que ya tiene y por la nueva deuda que toma.
- El comportamiento de los mismos uruguayos que - producto de nuestra historia - ante cualquier duda compramos dólares y después preguntamos, sobre todo cuando olfateamos algo en el aire.
- La consiguiente pérdida de reservas del Banco Central.
- El choque, del cual salimos todos muy lastimados; de manera especial los más humildes. Los mismos en nombre de quienes tienen el atrevimiento de hablar tantos politicastros y  tantos sindigarcas - me gustó la expresión acuñada por Novick - que claman para que no haya ajuste del gasto del Estado, porque 'perjudica a los que menos tienen'.

3) Cambio real y para mejor - no para peor - del ADN de la educación. Inicial, escolar, liceal, técnica. Si alguien se anima a librar una batalla casi perdida con la Universidad - vaca sagrada si las hay en Uruguay - yo lo apoyo. Pero no creo que sea algo que pueda tener respaldo generalizado. Aunque habría que atreverse a favorecer al Hospital de Clínicas, a pesar de las trabas que cabe esperar opondrá el propio Hospital de Clínicas.

4) Eliminación de regulaciones laborales excesivas, que dificultan la creación de más y mejor empleo, en lugar de favorecerlo.

5) Reforma de la Previsión Social, que incluya aumento en la edad de retiro y sobre todo, la jubilación parcial.

6) Un compromiso para el manejo ponderado, eficiente, profesional y serio de las empresas y servicios del Estado.

Y si por todo esto y algo más que se te ocurra acordar para llevar adelante un Gobierno de Coalición, te vuelven a llamar facho, neoliberal, entreguista, insensible, antipatria, oligarca y alguna cosa más, ojalá que puedas retrucar: "capaz que sí; pero de ninguna manera corrupto". Te aseguro que por un buen tiempo tendrás el apoyo del pueblo llano que anda y arde en la calle para implementar políticas que beneficiarán mucho al Uruguay de hoy y del futuro.

Porque; y esta es la idea fuerza central y compromiso esencial que tiene que existir entre todos los que integran el Partido del Balotaje: "podremos meter la pata, pero no la mano en la lata. Y si alguno la mete, se la cortamos".

Ese compromiso es el núcleo de cualquier acuerdo opositor. Lo demás es detalle menor.

El Frente Amplio hace rato que perdió la superioridad moral que ejerció durante décadas, con absoluto descaro e indiferente a las evidencias que siempre existieron pero que muchos eligieron no ver, de que no era mejor sino mucho peor que el resto. 'Te reciben según te presentas, te despiden según te comportas' ... dicen que dijo Francisco de Quevedo y Villegas hace siglos. El Frente Amplio, que se presentó como modelo de virtudes solicitando a la ciudadanía con fingida humildad que le prestara su voto, termina su ciclo mostrando su verdadera cara a todo aquel que la quiera ver.

Ing. Agr. Diego R. Varela

Las Piedras, 22 de octubre de 2018

Varela Sin Reparo

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viernes, 5 de octubre de 2018

CARTA DE JAIR

Estimado Varela:
                         Le escribo porque tengo necesidad de poner mis pensamientos en orden, ahora que llega el fin de la campaña. No es que necesite explicarme ni justificarme; menos ante Ud. que es un extranjero, que ni corta ni pincha. Lo elijo porque he comprobado que tiene pocos lectores, y que lo que le diga tendrá poca trascendencia, disculpe mi sinceridad. Aunque como Ud. y todos saben, se me importa muy poco que trascienda lo que digo ("serei sincero com o senhor, eu ñao ligo a mínima para os procedimentos padrões"). Es más; ahora mismo asistimos a la santa indignación de los pelotudos ("caloteiros" en el original) que advierten contra mi triunfo y las consecuencias que el mismo podría tener. No advierten esos adoradores que sacrifican en el altar de la falsa deidad de lo políticamente correcto, que hay mucha gente harta ("a maioria das pessoas tem el saco cheio"; sería gente con las bolas llenas, pero suavizo un poco la traducción).

- Que hay gente cansada de la inseguridad: andamos por los 70 mil asesinatos por año, unas 180 muertes violentas por día.
- Que hay mucha gente cansada del robo, la corrupción y las maffias ("rouban hasta água dos jarros").
- Que hay mucha gente cansada del grandulón tramposo y su baracutanga ("um tipo matulão, aldrabao, de nome curto y sus malabaristas de fogo, encantadores de cobras y seus passistas").
- Que hay mucha gente cansada de que se combatan, desestimen y desprecien valores en los que cree y que trata de cultivar: religión, familia, propiedad, trabajo, orden, respeto, responsabilidad por los actos propios, ascenso en la escala social debido al mérito y no al acomodo político ("ajeito parlamentar").

Ese es mi lema ("é esse o meu grito de guerra")  para ganar una elección que en lo previo se me presentaba muy difícil. Porque no tengo dudas de que la voy a ganar. No me sobran los medios económicos, ni siquiera tengo un gran partido atrás; apenas un sello de goma que a estas alturas no recuerdo ni cuál es. Y los estúpidos me comparan con Trump, con Hitler, con Le Pen ... mientras defienden al régimen cubano, a Maduro y a Ortega. Como si realmente creyeran que la gente les cree.

No entienden el hartazgo. Están cegados y no quieren ver la realidad ("vivem en uma grande nuvem de peidos", prefiero no traducir). Yo he explotado ese hartazgo, he ido contra el sistema ... y me ha ido bien hasta ahora; excepto por esa puñalada que casi me mata.

Pero no es fascismo, Varela. Insisto: es primero y antes que nada hartazgo.

Ud. se preguntará qué haría yo en caso de ganar la elección. La verdad es que no lo tengo muy claro. En materia económica voy a tratar de liberar lo más que pueda, pero seguramente voy a tener que llegar a pactos y acuerdos con un Congreso opositor, cuando no directamente hostil. También tendré que lidiar con una clase empresarial poco habituada a la competencia y al libre comercio. Así que no me hago muchas ilusiones. En política exterior, trataré de asociarme con los que importan, y eso por cierto no excluye a China e India. Por supuesto que voy a tratar de descolgarme de ciertos socios impresentables como Maduro y el régimen de Irán.

En lo interno, combatiré la delincuencia y el delito, y trataré de fomentar la educación. No me hago ilusiones con el sistema de pensiones, aunque si pudiera lo reformaría. Ahí hay una casta privilegiada que medra en contra del pueblo liso y llano.

En síntesis: en lo que pueda, trataré de hacer honor a mi palabra de capitán de mi glorioso ejército. Pero lo mejor de todo es que si no lo hago ... pues nada habrá de pasar. He aprendido de ellos cómo jugar para ganar, pero también he aprendido cómo justificar mis desaciertos y errores ("todas as coisas fodidas y as merdas"): créame que por mucho tiempo alcanzará con encontrar algún enemigo - exterior o interior tanto da - a quien culpar.

Y dejo aquí porque ya viene una bonita enfermera de formas abundantes a hacerme la curación de la tarde.

Saludos.

Jair.

Ing. Agr. Diego R. Varela

Las Piedras, 5 de octubre de 2018

Varela Sin Reparo

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lunes, 1 de octubre de 2018

EL FRENTE AUTISTA

El envejecido Frente Amplio intenta hacer una vez más lo que mejor hace: desdoblarse. Por un lado; el Gobierno estático, indiferente, rutinario y carente de iniciativa en prácticamente todos los rubros; por el otro, la todavía poderosa maquinaria electoral que sale a la cancha intentando simular el paso del tiempo, el desgaste producto del ejercicio del Gobierno con mayoría absoluta, y por qué no, buscando también distraer la atención del respetable. Es así que en estos últimos meses asistimos a la comedia de las candidaturas en el Frente.

Si bien hubo algún episodio anterior que sirvió como prólogo, la verdad es que el primer capítulo que captó la atención más o menos general fue el de la 'proclamación' de Murro el Geoffrey Rush de la penillanura, por parte de Pepe Vizcacha. Anotación al margen; la capacidad de Pepe para el enredo y la manipulación quedó puesta de manifiesto una vez más. ¿ Habrá leído La Vuelta de Martín Fierro, o es cosa de puro talento e intuición ? 

«El zorro que ya es corrido
Dende lejos la olfatea—
No se apure quien desea
Hacer lo que le aproveche—
La vaca que más rumea
Es la que da mejor leche.»
 

LA MOVIDA

Hay que reconocer que la proclamación de nuestro Geoffrey - curtido actor de carácter que hoy siente que puede protagonizar el rol principal - es digna de un príncipe florentino. Fue hacer eso el Pepe - dejo de lado la inconstitucionalidad flagrante que apareja esa candidatura - y toda la tropa sintió que era hora de entrar en la gatera, so pena de no encontrar lugar. Así - aparte del "agraciado" - hoy tenemos confirmados como aspirantes a Carolina, principal chica porrista del Antel Arena, a Daniel, líder de la línea Ciclismo es Salud del PS - y que hoy es el que más siente que lo hayan sacado a la cancha antes de tiempo - y a Óscar Licenciado a Perpetuidad. Nótese además que la movida de Pepe obligó a Danilo ex Siempre Listo a correrse para dejar lugar a alguno de los protagonistas de la trilogía del dólar: el Rubio Rafael,  Mario el del puñado de dólares, o Javier Kiko Botones.

Trasciende que otros han hecho gestiones a ver si les queda tiempo para anotarse, pero la verdad es que la movida fue tan bien urdida, que ni Constanza la eterna adolescente, ni Rossi qué lástima Catamarancio el retraso de UPM, ni tampoco Nin Blanco Tetra, tienen hoy posibilidades de ser proclamados, ni tan siquiera por un club de barrio; ni hablemos de todo un señor sector político munido del respectivo sello de goma que lo acredite como tal. Ni hablar de Marcos el angelical Dr. Sí; ni de Yamandú, por ahora el principal y único exponente del Orsismo dentro del MPP.

Con esto, Pepe Vizcacha ha logrado despejar la cancha, y ha logrado algo que impresiona por la inteligencia que denota: hacer ver al Frente que todavía lo necesita para ganar. Que él es el hombre de los votos. Que la renovación - como el Cielo, en aquella película protagonizada por Warren Beatty y Julie Christie - puede esperar.

Pero también ha logrado algo que - creo - no esperaba: agregar más parálisis a un Gobierno con vocación para el dejarse estar, en un momento particularmente difícil.

LA CONSECUENCIA INDESEADA DE LA MOVIDA.

Los actuales precandidatos del Frente tienen dos condiciones en común:

- Ejercen algún cargo de tipo ejecutivo; es decir, resuelven para bien o para mal sobre asuntos que atañen a toda la población. Incluyo aquí a Óscar porque es muy claro que el PIT y la Universidad de la República son extensiones del Frente que abarcan el plano sindical y el de la educación, y que vienen siendo administrados desde hace mucho tiempo por delegados oficiosos del Frente.

- Carecen de una estructura política propia y su capacidad de convocatoria es escasa; apenas les daría para llenar las instalaciones del bar "La Giralda" que funciona frente a mi casa; y siempre y cuando hubiese la suficiente oferta de copas gratis. Son apparátchiks que han ido escalando por el mero hecho de funcionar a tiempo completo como parte de las administraciones frentistas.

En este segundo aspecto son parecidos a Vázquez Cacique Inmutable, pero con una diferencia: Vázquez trascendió primero - y mucho - en la esfera privada. Llegó a la política como un "outsider" al que aceptaban todos; y tuvo tino e inteligencia para comprender que le convenía permanecer como candidato común no alineado a posiciones sectoriales, más allá de su condición de afiliado al Partido Socialista, al que no dudó en renunciar cuando consideró que en esa interna pretendían cocinarlo a fuego más o menos moderado. Para completar, hay que agregar que apareció cuando el Frente no era ganador. De hecho; fue Vázquez el que le otorgó el primer triunfo en ocasión de la elección a Intendente de Montevideo en el lejano 1989.

Ahora bien; funcionar en la Administración y mostrarse a la vez como candidato - cuando no se tiene respaldo estructural - es una tarea para pesos pesados. Y esta gente no lo es. Así, tenemos a la chica porrista cumpliendo muy bien su función como principal promotora del Antel Arena, pero dejando mucho que desear en esos enojosos y triviales asuntos que le corresponderían por su función: el costo de la energía por ejemplo, al que le dedicó hace unos días tres palabras, como si no fuese asunto suyo. Lo mismo le pasa a Daniel el ciclista, cada vez más confundido en su doble papel: el de virtuoso candidato Dr. Jekyll que se saca fotos posando simpático en algún evento más o menos intrascendente, y propone la erección de estatuas a ídolos de nuestro deporte más popular; y el de malvado Intendente Mr. Hyde que señala con el dedo a los culpables del desastre en los cementerios y en la recolección de la basura, temeroso de perder sus votos. O a Murro, nuestro Geoffrey, dispuesto a cerrar todas las empresas que pueda en su afán por mostrarse defensor a ultranza de los trabajadores, que como se sabe, en cualquier país son mayoría. Que se queden sin empleo, es algo que no lo conmueve demasiado, y que en estos ajetreos preelectorales, no lo debe distraer. En cuanto a Óscar Licenciado a Perpetuidad; está a la espera de los apoyos que le pueda conseguir el PC. El PIT bien puede seguir deshaciendo y demoliendo sin su concurso. Pero ya cometió su primer desliz que no será el último: anunció que si fuera vice, sería secundando a una mujer. Un guiño a Lucía la Dulce que Pepe no había autorizado y que no le pasó desapercibido. Y que motivó la reprimenda severa de Castillo el Primer Trabajador. No trascendió la excusa que dio el precandidato, pero al parecer tendría que ver con la hora a la que debió comparecer en el programa radial donde efectuó esa manifestación, y que le impidió tomar la siesta cotidiana. Hasta donde se sabe; el Primer Trabajador se mostró comprensivo ante la explicación, y la vieja amistad entre ambos no corrió peligro.

Es que resulta claro que para ser candidato en serio, hay que salir a la cancha. Enfocarse en el objetivo y de algún modo quemar las naves que permiten la marcha atrás. Ninguno de estos "jóvenes" está muy convencido de querer hacerlo; y la verdad es que es bastante explicable. No son tontos y saben que están lejos los tiempos en que con una heladera de candidata ganaban igual. Se adentrarían además en un terreno desconocido para ellos; donde es muy serio el riesgo de ser engullido de un bocado por alguien más familiarizado con nuestra topografía electoral.

En el mientras tanto, y como consecuencia de la movida, el tercer Gobierno Frenteamplista navega al azar de la corriente, amenazando con naufragar ante cualquier brisa que pueda aparecer. Limitado por una situación internacional que desmejora; con los vecinos y socios del Mercosur en crisis, con Ministros que no terminan de comprender la necesidad de recortar gastos superfluos, con otros Ministros soñando placenteramente con ser candidatos, y con una plana mayor a nivel de Empresas y Servicios del Estado que no quiere saber nada con dejar de festejar. Como si padecieran de autismo en grado severo, todos indiferentes al drama de tantos compatriotas, que se están empobreciendo y fundiendo sin merecerlo. Como en las antiguas tragedias griegas, depositan su confianza - tan luego ellos, unánimemente ateos - en el "Deus ex machina" de UPM que aporte otros 8 o 10 mil millones de crujientes y aromáticos dólares, que les permitirían continuar mojando el pancito en el tazón del gasto público, aún con el país puesto de sombrero.

Como se lo pusieron, por testarudos, por burros, y por mala gente. Esto último escrito en francés, porque soy un tipo fino.

LA INCÓGNITA

La pregunta que corresponde hacerse es qué sucederá verdaderamente con el Astorismo. El Frente ha funcionado más o menos alineado cuando las candidaturas de Vázquez, y más o menos desalineado en dos corrientes opuestas - Mujiquismo y Astorismo - cuando hubo que suceder a Vázquez. Con una tercera corriente perdedora para completar el menú interno. Si Astori confirma su baja, el riesgo para el Frente es muy alto. La fuga de votos moderados que iría a parar otros partidos podría ser fatal. Para colmo, los integrantes de la trilogía del dólar no parecen estar a la altura del duelo inminente. Declararse desiertos y sin candidato propio, podría ser el suicidio. Apoyar a Martínez el ciclista, tampoco les soluciona demasiado. ¿ Volvé Danilo que te precisamos ?

Pepe Vizcacha mientras tanto, "dende lejos la olfatea". Y rumea su próximo movimiento. Cada vez mejor.


Ing. Agr. Diego R. Varela

Las Piedras, 2 de octubre de 2018

Varela Sin Reparo

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miércoles, 8 de agosto de 2018

FRENTE AMPLIO: EL TRAIDOR TRAICIONABLE

No descubro nada cuando afirmo que una vez llegado al Gobierno, el Frente Amplio traicionó casi todas sus promesas electorales. Lo novedoso es que ahora muchos de sus votantes piensan en devolver la traición. Piensan en alejarse, desilusionados por tanta mentira. Por haber tenido que vivir un tiempo tan largo tragándose sapos, uno cada vez más grande que el otro, mientras aguardaban la llegada de ese futuro mejor, que con tanta convicción desde el Gobierno les mentían.

Y CON HIERROS OCULTOS LAS TRAICIONES 

Creo que es justo sostener que en su primera etapa en el Gobierno, al Frente se le disculpó todo. A una gran mayoría de uruguayos no le importó demasiado la flagrante contradicción entre discurso y acción que significaba brindar con champagne con funcionarios del Fondo Monetario, o seguir para adelante con el tema de la instalación de la ex Botnia a la que tan fieramente habían combatido, la indiferencia depravada con que trataron desde el inicio al 'Uruguay Productivo' al que simularon adherir para poder luego esquilmarlo mejor. Y tantas otras contradicciones que no menciono, para no abrumar al lector con cosas que ya sabe, y que además recuerda.

El uruguayo medio no es de izquierda, no en el sentido clásico. No profesa el materialismo dialéctico - que le suena a sarasa destinada a mentes inmaduras - sino otra clase de materialismo: el de la heladera más o menos bien surtida, y algo más que puro aire del Uruguay Natural en la billetera. Puede disculpar los desvíos éticos - simularlos más bien -, si un Gobierno creíble le asegura que son cosas aisladas. También puede simularlos si a la par de eso ocurre un crecimiento económico vigoroso, una fuerte inversión en infraestructuras, y un derrame más o menos generalizado hacia toda la población que trabaja, se esfuerza, y paga impuestos y otros tributos y tarifas que cobra el Estado.

Si para el ciudadano medio uruguayo funciona el metro cuadrado personal en el que se desenvuelve su economía, el "roban pero hacen" puede ser tolerable. Con limitaciones; pero puede funcionar. Sobre todo con un Partido que se estrena en el Gobierno; al que al principio más bien le cabe  otro dictamen: "se equivocan, pero ya van a mejorar con la experiencia". Un Partido que en el caso de Uruguay se aburrió de descalificar a sus oponentes, basado justamente en cuestiones éticas. "No somos como ellos", repitieron durante años. Pero superadas las fases y llegados al "no hacen pero además roban", se asiste al final de cualquier grupo político. Y es lo que sostengo que le pasa al Frente. Como Heisenberg - el personaje maligno de "Breaking Bad" - está muerto, "nomás no le han avisado". Al igual que Heisemberg, le faltó el respeto a un cartel poderoso: el que componen los ciudadanos del Uruguay. Y tampoco el Frente escapará a la furia de ese cartel.

Sostengo que el Frente está perdiendo adhesiones en masa, y eso se debe al hartazgo en que están sumidos buena parte de sus votantes y militantes. La tarea de desgaste no la hizo la oposición; no la hizo el dichoso Plan Atlanta, ni el Club Bilderberg, ni la Comisión Trilateral, ni la Sociedad Mont Pelerin, ni los neoliberales, ni los fachos, ni el tridente al que suelen aludir los dirigentes frentistas cuando la realidad los acorrala: Oligarquía - Imperio - Transnacionales. El desgaste se lo hizo el Frente a sí mismo. Mostró una indiferencia absoluta por valores que son muy apreciados por la inmensa mayoría de los uruguayos: el trabajo que dignifica y permite llevar adelante una familia; la educación que es básica para el ascenso y la movilidad social; la seguridad que permite vivir la vida con cierto sosiego.


LOS QUE SONRÍEN CON EL CUCHILLO BAJO LA CAPA 

En este fin de ciclo frenteamplista al que asistimos, empiezan a notarse los costos del festejo al que convocó a los uruguayos todos luego de su triunfo, el Presidente Vázquez cacique inmutable, allá por fines del 2004. Festejo que - nos enteramos con el correr de los años - alcanzó el desenfreno para la caterva de adictos y profesionales de la política, pero que pasó sin pena ni gloria para el ciudadano de a pie, que anda y arde en la calle: "Un trapo pa mi esposa, algún chiche pal' gurí ... otro sueldo chico y otro sueño que se fue" reza la canción de Dino. Lejos de los negocios de Ancap, Gas Sayago, Alur, Asse, Antel, el Pato Celeste, el Fondes, - corporación para uso y abuso exclusivo de otra corporación más bien 'orga', llamada MPP - y tantos más, el uruguayo - consciente del robo - está como el personaje de esa canción. Y exhibe ese humor. No hay plata para salud, educación y vivienda. No hay plata para puentes, carreteras y arreglos de escuelas y liceos. No hay plata para sostener el esfuerzo productivo de los uruguayos que no resisten el costo del Estado. No puede haberla, después que se despilfarró tanto y se repartió tan mal. No puede haberla luego de que - de festejo en festejo - se pusieran al país de sombrero. Y eso genera el malhumor social que se traduce en el abandono, y en la traición a la que aludo.

Asistimos entonces hoy a otra peripecia; la de los votantes traicionados que - sin hacer muchas olas - ya vislumbran que van a devolver la traición. Tal vez hasta le sonrían a los poderosos, pero es seguro que ya no se ilusionan; es bien seguro que ya aprendieron a simular. Es perfectamente posible entrever un futuro en el que esa traición tome cuerpo y se concrete.

Un frecuente interlocutor muy vinculado a la interna frentista local me decía días atrás precisamente eso: "los voté siempre pero no más Varela, no más. No me interesan los mendrugos que me prometan, se los pueden meter donde les quepa. Si hubiera sido una época de vacas flacas, todavía; pero en estos años entró plata a raudales. ¿¡ Y nos dejan esto !? ..." decía, y miraba - medio asombrado, medio indignado -  a un muchacho joven que revolvía a media mañana el contenedor de la basura; indiferente, sucio y completamente desvalido. "No me interesa avisarles ni pelearme con ellos; tampoco sé muy bien si les importa, pero conmigo que no cuenten más" sentenció con rabia.

Creo que es así: muchos han entendido que el traidor es traicionable, y además que se lo merece. El Frente tiene el boleto picado. 

Ing. Agr. Diego R. Varela

Las Piedras, 8 de agosto de 2018

Varela Sin Reparo

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viernes, 20 de julio de 2018

LA CAÍDA LIBRE DEL FRENTE

Consumido - casi habría que decir desperdiciado - el 65 % de su tercer período, la épica frenteamplista muestra claros síntomas de agotamiento. El Gobierno no acierta una, y todas sus políticas muestran un fracaso notorio: ya se trate de las tan promocionadas políticas sociales, como de las económico - financieras. Exhibe además, agudos problemas de credibilidad. El fenómeno político destinado a permanecer décadas y a gravitar en el Uruguay para siempre, declina súbitamente. 'Los buenos' se caen a pedazos. El pueblo que anda y arde en la calle, se muestra cada día más harto de la inacción, la ineficacia, y los fenómenos de corrupción cada vez más frecuentes, más groseros, y más caros.

Se desperdiciaron los años de bonanza cuando los precios internacionales de la soja, la carne, la lana, los cueros, los lácteos y el arroz y demás cereales, fueron en extremo favorables, a la par que las tasas de interés estuvieron por el piso, y hasta el petróleo venía regalado. Hoy, la deuda crece, el déficit aumenta, y es inocultable la crisis profunda del campo motor de la economía, y el cierre de empresas de toda índole y tamaño. El desempleo amenaza, la changa suplanta al trabajo formal, la inflación espera agazapada, y las viejas y últimamente descuidadas pizarras de los cambios, vuelven a captar la atención de los uruguayos.

El esquema piramidal institucional según el cual se puede vivir de prestado mediante el simple arbitrio de emitir deuda para pagar deuda e intereses de deudas anteriores, se empieza a caer. Habrá que cambiar de acreedor acudiendo, más temprano que tarde, al siempre solícito y nunca bien denostado FMI. El viejo sueño del endeudamiento perpetuo que paga el déficit perpetuo, volverá a provocar un amargo despertar. Solamente que esta vez el déficit y el consiguiente endeudamiento, en gran medida sirvieron para bancar el despilfarro, el despojo y el robo liso y llano, mientras que en otras épocas servían al interés general, porque iban al mejoramiento de infraestructuras, a inversiones y a transformaciones que apuntaban a mejorar la matriz productiva y la red de contención social del Uruguay.

Si por el lado económico las cosas se desbarrancan; no menor es el problema que se padece en el plano social: la seguridad, la educación, la previsión y la asistencia social, la vivienda y la salud enfrentan problemas que no hacen sino agrandarse, mientras cada vez son menos los que aprueban y aplauden. La gente común y corriente se amarga con el espectáculo y se va.

EL HARTAZGO

Por si no bastara, en estos últimos y horribles años, se gastaron el auto atribuido y falso capital de la ética. Protagonizaron escándalos de corrupción que distaron muchísimo de igualar la magnitud de escándalos anteriores de corrupción: los superaron; fueron mucho peores. El 'podremos meter la pata pero no las manos en la lata', generó multitud de mancos. Mancos que todavía sueñan con que pueden hacer juegos malabares y que no se les note. Sendic el Cuello Más Blanco y otros de su condición, sueñan con parecerse al maestro argentino René Lavand.

Yo diría que hasta principios de este año, el Poder formaba parte de lo que la nomenclatura frenteamplista consideraba su patrimonio. Parte de su balance. Al menos con un horizonte que apuntaba hasta el 2030. Restaba especular sobre quién iba a suceder a Tabaré el inmutable. El Intendente Daniel líder de la línea Ciclismo es Salud del PS, el otro Intendente Yamandú, primer y tal vez único cuadro del Orsismo dentro del MPP, la Ministra Cosse, principal chica porrista del Antel Arena. De tan seguros y en nombre de una supuesta renovación generacional, descartaban al Pepe Vizcacha y a Danilo Siempre Listo. Hoy, pocos meses después, tienen que salir a ver quién se hace cargo y se dan cuenta que se han gastado el capital. Acaso mantienen en propiedad algún Departamento con vista al mar, pero poco más. Lejos de lo que supieron tener y desperdiciaron; en una serie continuada de festejos donde tiraron al Uruguay entero por la ventana.

La distribución de culpas y responsabilidades no ha comenzado, pero ya empiezan a escucharse algunas voces de gente del palo - participantes laterales en el festejo - que ven esfumarse la posibilidad de mojar el pancito en el tazón cada tanto. Hartos de que a cambio de militancia les ofrezcan el consuelo de algún caramelito de goma espuma, ligeramente relleno con símil chocolate. 'Varela - me dijo hace poco uno de estos - no se crea que uno lo hace solamente de puro convencido, también hay un interés material que promover, y a esta gente no se le cae una moneda, excepto hacia sus bolsillos'. 'Es desolador', concluía el confidente. Otro - más bien atorrante - confirmaba la apreciación: 'manga de chantas ... se bajan los calzones con cualquiera que viene de afuera y a nosotros ni siquiera nos cuidan'.

LO QUE SE VIENE

Del otro lado; la oposición dividida en bandos - para su mal, porque si se junta el Frente fue -  empieza a vislumbrar un futuro distinto. Un futuro donde hasta el triunfo es posible. El riesgo que se corre es que ante el descalabro económico y social, se opte por no hablar claro y desnudar la profundidad de la crisis que deja tras de sí el Frente Amplio. El riesgo es adoptar una postura de no confrontación - 'políticamente correcta' - que para no asustar y perder votos, disimule la magnitud de la tarea de reconstrucción a emprender.

Este detalle no es menor. Creo que Sanguinetti, con buen criterio, está en eso.


Ing. Agr. Diego R. Varela

Las Piedras, 19 de julio de 2018

Varela Sin Reparo

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jueves, 26 de abril de 2018

LA NECESARIA CONCERTACIÓN. Parte III y final.

LA NECESARIA CONCERTACIÓN. Parte III y final.

Nota: este es el tercero y final de una serie de artículos que escribí para la revista ESPACIO de Las Piedras entre los meses de agosto y octubre de 2016. Los incorporo ahora al blog, por considerar que mantienen cierta actualidad.


Tengo 61 años de vida y jamás salí de Las Piedras. Eso obviamente afecta mi juicio sobre temas como hacia dónde va el mundo, qué ciudades vale la pena volver a visitar, y cuál es la naturaleza de los diversos pueblos y personas que habitan el vasto planeta. A cambio, creo tener una comprensión profunda del medio en el que crecí, y de su gente. La gente llana, digamos.

No he advertido en las conversaciones que sostengo con amigos, conocidos y no tanto, el menor rechazo por la idea de la Concertación entre Partidos. Hay una insatisfacción generalizada con la acción de Gobierno del Frente Amplio, y una sensación de que hay que hacer algo para fortalecer las opciones de cambio. Los tropiezos que tengo, y que se traducen en evasivas y argumentaciones bastante débiles por cierto, aparecen cuando cambio ideas con alguien más o menos vinculado a las dirigencias partidarias. El motivo es claro: los dirigentes partidarios se oponen a la Concertación. Desafiarlos puede ser contraproducente; contrariarlos, suicida para las aspiraciones de quien se propone llegar a algún lado en la actividad política. Creo que mi punto queda claro: el ciudadano común no se opone a la idea, mientras que las dirigencias partidarias actuales y quienes aspiran a convertirse en dirigentes, la rechazan.

Corresponde preguntarse el motivo por el cual algo que es bien visto abajo, resulta rechazado arriba. Dejo de lado aspectos que pueden tener importancia y cierto peso a la hora de evaluar esa actitud, como las discrepancias de tipo doctrinario, el recelo entre dirigentes, la especulación político electoral, o el inesperado surgimiento de un outsider como Novick que amenaza conmover el estado de cosas actual, tanto a izquierda como a derecha. Todo eso debe tener importancia, pero a mí no me dice demasiado. La lógica indica que debe haber Concertación, y los dirigentes – profesionales y no tanto – no están haciendo caso de la lógica.

Para llegar a concretar mi tesis, debo recordar al lector que existen infinidad de definiciones sobre qué es un Partido Político, pero todas las que conozco tienen una parte común, y que resulta ser la principal: Partido Político es una agrupación de personas que tiene carácter permanente, una forma dada de funcionamiento, y cuyo fin es ejercer el gobierno de una Nación. Nótese que no dice que su finalidad es influir sobre las decisiones del Gobierno o controlar sus actividades, porque para eso están además las asociaciones de trabajadores y de empresarios, y los grupos civiles que defienden y promueven intereses de diversos tipos. Para un Partido Político controlar al Gobierno e influir en sus decisiones, forman parte de las tareas que tiene que hacer, pero no constituyen su finalidad, su objeto. Pues bien, a mi entender hay desde hace un buen tiempo una propensión a olvidar ese aspecto esencial de lo que debe ser un Partido. En cierta medida, es como si hubiéramos vuelto a la segunda década del pasado siglo, cuando se le reprochaba al Doctor Luis Alberto De Herrera su propensión a estimular la inscripción de ciudadanos de extracción blanca en los Registros Cívicos de todo el país, con el fin de aumentar la representación partidaria: ¿Doctor, para qué quiere más representación si con la que tenemos, para controlar al Gobierno alcanza?. Es claro que Herrera pensaba en llevar al Partido Nacional al gobierno, y sus interlocutores no.

En la época actual, los dirigentes opositores se multiplican en la crítica a las diversas medidas que el gobierno adopta. Tampoco faltan los apoyos, cuando alguna medida lo amerita. Pero eso es todo. Nos quedamos con la sensación (yo al menos la experimento, y es una sensación desagradable) de que los dirigentes opositores se conforman con hacer el comentario de las medidas que otros adoptan, en los campos más diversos. Es como si en lugar de aspirar a ser Tabárez, Suárez o Cavani, se conformaran con ser Da Silveyra, Scelza o Sonsol. Ciertamente, la de comentarista es una vida más sosegada, y que otorga prestigio social, buen pasar económico, y algo de poder e influencia en el ambiente. Esto, aplicado al fútbol, no quiere decir nada. Pero aplicado a la política es una tragedia: es todo un sector muy representativo de la opinión pública que demuestra carecer de vocación de Gobierno. Que demuestra carecer de vocación de ser quien dicta las políticas y hace frente – dentro del marco constitucional y legal por supuesto – a las críticas y rechazos que esas políticas indefectiblemente provocan. Que demuestra carecer de ánimo para decir aquí estoy yo, esto es lo que propongo hacer, lo que hay que hacer, y lo que voy a hacer, dentro del marco democrático.

Está bien controlar y criticar lo que el Gobierno hace, y está muy bien apoyar desde la oposición aquello con lo cual se está de acuerdo, aún cuando signifique tener que elogiar al adversario. Pero si ahí queda todo, entonces el lugar de quien así actúa no está en la actividad política. La determinación de ejercer el Gobierno, y formular y ejecutar políticas tiene que ser evidente a nivel de cualquier Partido Político, y de manera muy especial, de sus dirigentes. Para mí – hoy día – no lo es. La generalidad de ellos prefiere la comodidad de la oposición, apostando a un desgaste que algún día ocurrirá.

Para terminar, una referencia breve a los últimos acontecimientos. La demanda por la Concertación dio lugar a una respuesta negativa unánime por parte de aquellos de quienes se requería un pronunciamiento. Está bien. Es su derecho. Pero los obligó a reunirse, dialogar, y adoptar una actitud más cercana, lo que no es poca cosa. De algún modo, el que la gente los vea como posibles asociados, los obligó al compromiso – muy liviano por ahora – de dar apoyo en el caso de que ocurra el triunfo de alguno de ellos. Insistir en la necesidad del Partido de la Concertación tuvo, al fin y al cabo, un resultado al menos alentador. Pero yo creo que se debe insistir todavía más, aunque aclaro que por ahora daré un respiro a los lectores de Espacio.

Es que de algún modo hay que advertir – y aunque parezca contradictorio, esto se ve mejor desde el llano que desde las alturas – que existe un riesgo muy claro sobre el país y sus instituciones, que sólo una actitud decidida de todo el espectro opositor puede conjurar. La izquierda clásica autoritaria y liberticida, que en nuestro país y en muchos lugares de las Américas tiene predicamento y poder, siempre aspiró a quedarse con todo el Poder. Un cuarto gobierno consecutivo del Frente Amplio, puede generar las condiciones para que eso ocurra en Uruguay.

Y el análisis de esto quizá me sirva de pretexto para una próxima colaboración.

Con mis atentos saludos:

Ing. Agr. Diego R. Varela

Las Piedras, 26 de abril de 2018

Varela Sin Reparo

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viernes, 6 de abril de 2018

LA NECESARIA CONCERTACIÓN. Parte II


LA NECESIDAD DEL PARTIDO DE LA CONCERTACIÓN. Parte II

Nota: este es el segundo de una serie de tres artículos que escribí para la revista ESPACIO * de Las Piedras entre los meses de agosto y octubre de 2016. Los incorporo ahora al blog, por considerar que mantienen cierta actualidad.


En el final del texto anterior anuncié a los lectores de Espacio que encararía una segunda parte en la cual abordaría los beneficios para el país que la Concertación supone desde mi punto de vista, así como los obstáculos que la idea afronta, y que ‘no son menores’.

Los beneficios con los que hay que contar son, en primer lugar una política internacional consistente, creíble y concebida sobre la base de que Uruguay no tiene amistades permanentes sino intereses permanentes. De ahí a separarnos en buenos términos pero definitivamente, de diversos experimentos más o menos demagógicos y discursivos, pero que no tienen otro sustento que la afinidad ideológica entre gobiernos, ni generan beneficios reales para el país, hay un paso corto. De ahí a generar acuerdos de mutuo beneficio con el mundo que cuenta, hay un paso no tan corto, pero que también se va a dar. En segundo lugar la idea – que ya estaba presente en el texto anterior – de que las políticas de corte interno referidas a educación, salud, seguridad, vivienda, previsión social, asistencia social y economía – con sus correlatos de política tributaria, fiscal, monetaria, laboral, empresas del Estado y sus subsidiarias, etc. – tendrán un sustento político firme, no sujeto a los vaivenes propios de las meras coaliciones de gobierno.

Reitero que para que ello suceda, el Partido de la Concertación es el Lema, y abajo de ese Lema vienen los Sub Lemas conformados por los actuales Partidos Colorado, Nacional, y los que quieran sumarse. Y que el Lema Partido de la Concertación no es un Lema accidental concebido para comparecer en una elección, sino que se hace con el propósito de permanecer en el tiempo. Como se desprende de lo anterior, tiene que tener sus autoridades, Estatutos, Convención Nacional, Convenciones Departamentales ... Mucho de lo cual ya tiene, en virtud de que intervino en las pasadas elecciones internas, y en las posteriores elecciones municipales de Montevideo.

Ahora a los obstáculos. Hay una primera objeción que es la siguiente: no hay necesidad de armar la Concertación porque siempre existe el balotaje o segunda vuelta electoral. Aquellos que no llegaron pero que piensan más o menos parecido, apoyan al candidato que permanece en contienda, luego de acordar grandes líneas o pautas de Gobierno. Esta postura adolece de un defecto, en mi criterio. Ignora el efecto de sinergia. La Concertación no es una mera suma. No es blancos más colorados más … En biología se llama sinergia al efecto positivo extra que se observa en una asociación de individuos, por ejemplo la asociación entre una planta y un grupo de bacterias, y que no se explica por la acción individual de ninguno de ellos. Es como si dijéramos que 1 + 1 + 1 da por resultado 4, en lugar de 3. En Ciencias Sociales – lejos estoy de ser un experto – debe ocurrir otro tanto. El efecto de la unión es mayor que la suma de las partes. Y tengo una demostración al alcance de la mano que es el propio Frente Amplio. Mientras la izquierda en este país votó separada, no superó el 10 por ciento de los votos, elección tras elección tras elección. Cuando sus diversas expresiones aceptaron que debían juntarse en un Lema que los amparase a todos, no dejaron de crecer. Alcanzaron el Gobierno y no dan señales de mayor agotamiento. Cuando un grupo se desgasta, otro está listo para tomar la posta. Demás está decir que a ningún dirigente del Frente Amplio se le ocurre hoy sostener que, ya que en el Uruguay existe el balotaje, lo mejor es volver a la práctica de que cada Partido y grupo de los que conforman el Frente vote por separado, y después juntarse para la segunda vuelta. Si alguien postula eso hoy, lo tratan de traidor o de loco. O, con un poco más de amabilidad y equidistancia, de ignorar el efecto de sinergia.
Pues bien, en mi concepto, si los Partidos de la Oposición se unen, 1 + 1 + 1 resulta 4. Y si no se unen será 3, indefectiblemente. Y tal vez no alcance para pelear con chance real un eventual balotaje, ni mucho menos gobernar.

Advertirá el lector que hablo de la Oposición y no de las oposiciones. Y he aquí el segundo obstáculo. Con todo derecho por supuesto, hay quienes sostienen que en el Uruguay la oposición es plural, que hay más de una oposición, y que cada oposición ocupa un espacio que es necesario distinguir y agrandar. Yo creo lo contrario: sostengo que hay una sola. Que en lo esencial hay una sola, mejor dicho. Es la conformada por un espectro político amplio, que cree en los valores republicanos, en la separación de Poderes, en la acción sana y honesta por sobre el discurso político efectista y ramplón. Que cree en la representación legítima de una ciudadanía correctamente educada y capacitada para afrontar la vida y sus desafíos, y no en la distribución más o menos arbitraria de limosna estatal a personas y a colectivos que el propio Estado descuida en su educación y capacitación, y a los que por consiguiente no les genera verdaderas oportunidades de ascenso social, y de progreso. Que cree que la Ley está por sobre la política. Que cree que no hay derecho a ejercer la duplicidad, sosteniendo cosas distintas y hasta opuestas según esté conformado el auditorio. Que cree en el ejercicio del Poder como algo que causa angustia y no placer, porque es tener que tomar medidas, y en la toma de medidas siempre algún compatriota o grupo de compatriotas saldrá lastimado.

Así que, por todo eso, yo creo que hay una sola oposición. Por que creo que del otro lado han ido quedando, y se han ido arrimando y estableciendo además, los oportunistas, los corruptos, los que creen que a la política se llega para medrar y lucrar; y no para contribuir con el mayor bien social. Y a esos indeseables solamente se los combate con la rotación de los Partidos en el Poder, de modo tal que entiendan que no hay garantías desde el Poder, porque el Poder rota.

Y no habrá rotación si no hay Concertación.

Si el Director de esta publicación lo consiente, habrá un tercer artículo sobre el tema que tratará de la dirigencia partidaria, su renuencia a jugarse por la Concertación, y los motivos que creo entrever en esa actitud. También trataré de una posición que me parece muy interesante – y hasta promisoria, diría – que es la de aquellos que comprueban que no habrá Concertación, pero que no se resignan a que los Partidos de la oposición permanezcan en una actitud de indiferencia, los unos respecto de los otros.

Con mis atentos saludos:

Ing. Agr. Diego R. Varela

Las Piedras, 6 de abril de 2018

Varela Sin Reparo

diegovarelazitta.blogspot.com


jueves, 22 de marzo de 2018

LA NECESARIA CONCERTACIÓN

LA NECESIDAD DEL PARTIDO DE LA CONCERTACIÓN Parte I

Nota: este es el primero de una serie de tres artículos que escribí para la revista ESPACIO * de Las Piedras entre los meses de agosto y octubre de 2016. Los incorporo ahora al blog, por considerar que mantienen cierta actualidad.


Hace unos cuantos meses que vengo pensando en escribir algún artículo para Espacio, en el que discuto la debilidad de la oposición y la fortaleza que creo entrever en el Gobierno. Entre los artículos que no escribí ni escribiré figuran títulos tales como “Ponemos a una heladera de candidata y ganamos igual” que daría cuenta de los muchos desmanes que a nivel municipal han tolerado y siguen tolerando – y en alguna medida aprobando – los vecinos de Canelones y Montevideo; “Chocando la calesita”, que describiría otra imposibilidad: la de fundir Ancap y las nulas consecuencias políticas que traería ese imposible. Un tercer artículo hablaría de la próxima aventura electoral del ex Licenciado en Genética Humana (lo de ex me parece un brillante hallazgo del Director de esta publicación), a quien auguro un porvenir político todavía más venturoso, basado en su prestigioso apellido, su nula capacidad de gestión, y su indiferencia ante cualquier desvío ético.

Todos estos artículos existen de algún modo en mi mente, pero no tendrán expresión concreta. La razón terminó por ser clara: todos ellos y otros que podría intentar, en el fondo aluden a la carencia de alternativas políticas que percibe la ciudadanía. El ciudadano uruguayo común – independiente e indiferente a la actividad política, como cualquier ciudadano de cualquier país más o menos normal del mundo – se está acostumbrando a reciclar su voto dentro del conglomerado del Frente Amplio. Así, en una elección vota al Pepe, en otra al Pelado, en otra a Ana, en otra a Danilo … Antes, en la etapa de la construcción, a Líber, a Mariano o a Tabaré. Siempre al Frente. Se convierten inadvertidamente primero en frentistas, y después sectoriales. Pero ese es otro tema.

De nada valen argumentos racionales, de nada valen análisis profundos acerca de la gestión del Gobierno, como de nada valieron los análisis de las diversas propuestas que el Frente Amplio hacía cuando estaba en la oposición, y que convenientemente olvidó cuando finalmente el éxito le sonrió.

El hecho que vale es el siguiente: la suma de ciudadanos frentistas convencidos más la suma de ciudadanos sin partido que no ven alternativas a lo que hay, supera claramente a la suma de ciudadanos colorados, blancos, independientes y cívicos convencidos, más la suma de ciudadanos sin partido que ven una alternativa al Frente y la acompañan.

Como advierte el lector, se trata de una ecuación matemática que se puede resumir de esta manera:

FA + SP I > OP + SP II y que se expresa así: la suma de frentistas convencidos más ciudadanos sin Partido uno, es mayor que la suma de partidarios de otros partidos convencidos más ciudadanos sin Partido dos.

Esa ecuación hay que darla vuelta, y para eso es necesaria una condición: que la ciudadanía independiente e indiferente – lo que denomino ciudadanos sin Partido – preste atención al hecho de que hay del otro lado una alternativa viable; no varias poco o nada viables. Con esto quiero decir que del otro lado tiene que haber un Partido (Lema en Uruguay) capaz de impulsar a alguien a la Presidencia de la República, que tenga garantizada una mayoría clara en el Parlamento, y que pueda proponer acciones y ejercer el Gobierno, sin demasiadas trabas a su actuación. Eso es la Concertación de los Partidos de la oposición. Es antes de la elección, y se hace bajo el Lema del Partido de la Concertación. Con Sub Lema Partido Colorado, Sub Lema Partido Nacional, Sub Lema Partido Independiente, Sub Lema Partido Unión Cívica … y los grupos que quieran sumarse.

Me consta que la resistencia a esta idea es amplia entre los dirigentes. Curiosamente, entre la población general parece una idea ampliamente aceptada. No hay por qué esperar a que se produzca una catástrofe como la que ocurre en Venezuela (a propósito, ¿alguien notó si los bárbaros del P. C. uruguayo borraron de sus muros las consignas de aliento a Maduro: algunas durísimas, otras de triste lectura, todas profundamente equivocadas?), un hartazgo como el que ocurrió en Argentina con una manga delirante de ladrones, afiliados a un relato falsísimo, o una actuación casi heroica de parte del Poder Judicial en Brasil. Hay que hacer como los chilenos: de un lado el centro izquierda y del otro el centro derecha. Y punto.

No es ni necesario aclarar que lo del centro izquierda y centro derecha son hoy día comodidades del lenguaje: en la administración pública lo que cuenta es la honestidad y la capacidad de gestión. Son pocos los que sostienen que hay que estatizar todo y hacer del Estado un Gran Hermano controlador de todos los aspectos de la actividad del ser humano. Son pocos los que proponen aislar al Uruguay y sustituir importaciones, son pocos los que proponen intervencionismo estatal, y controles del tipo de cambio y de precios. Y sus argumentos son de una pobreza fenomenal. Para algo sirven las lecciones del pasado, así como algunas experiencias calamitosas recientes en el Continente. Asimismo son todavía menos los que proponen la ausencia del Estado en todas las áreas, y un indiscriminado dejar actuar a las fuerzas del mercado. En pocas palabras; cada vez más es una cuestión de metas y de agenda (esto sí, esto no, esto primero, aquello después), sujeta al siempre difícil y desafiante escenario internacional, que es lo que verdaderamente cuenta para el Uruguay.

En un próximo artículo, si el Director de la publicación lo permite y la paciencia de los lectores no se agota, abordaré los beneficios para el país que la Concertación supone desde mi punto de vista, así como los obstáculos que la idea afronta.

Con mis atentos saludos:

Diego R. Varela.

* ESPACIO fue una revista de edición mensual y circulación básicamente local, que se publicó entre 1994 y 2017. Su fundador, director y editor responsable fue el Escribano Óscar Enrique Almada López, "Golo" para sus allegados. Se editaron 257 números bajo su dirección, y un número luego de su fallecimiento ocurrido el 21 de mayo de 2017; dedicado por sus familiares a homenajear su figura. Con esta revista colaboraron muchos caracterizados vecinos de Las Piedras, entre los que recuerdo a Julio C. Trías Garlán, Juan Antonio "Cacho" Gaydón, Lorenzo Gómez, Arqto. Carlos A. Trobo, el sacerdote salesiano Walter Lissaut, María Alejandra Almada, el "Capitán" Menéndez, Luis Segredo, y en alguna ocasión mi padre, Raúl César Varela.

ESPACIO fue una demostración palpable y concreta de que no es necesaria la promoción estatal para estimular la actividad del intelecto en las más diversas áreas.

Las Piedras, 22 de marzo de 2018

Varela Sin Reparo

diegovarelazitta.blogspot.com